Sabemos que la industria textil es una de las más contaminantes, por un lado, debido a los procesos mediante los cuales se elaboran los tejidos, y por otro lado, debido a la gran cantidad de recursos que necesita para su producción.
Los residuos textiles causan un gran impacto ambiental, por este motivo, la tendencia es que la cantidad que se genera sea cada vez menor y que a aquellos que se produzcan, se los pueda reciclar.
¿Sabías que los RESIDUOS TEXTILES se clasifican en 3 tipos?
Residuo posindustrial:
Es aquel material resultante de la manipulación de los tejidos, por ejemplo, después del corte.
Residuo preconsumo:
Aquella prenda que no llega al mercado, por ser defectuosa o por ser un descarte del fabricante. El consumidor final no llega a usarla y este residuo se desvía del proceso de producción. En la mayoría de los casos, se incinera.
Residuo posconsumo:
Es el generado tras haber sido usado, es decir, tras haber agotado su vida útil.
La cuestión es cómo podemos hacer para deshacernos de estos desechos. Una alternativa es llevarlos a contenedores dispuestos por agrupaciones u ONGs específicamente para recolectar este material y que luego sea reciclado. De ahí, estos desechos pueden tener diferentes destinos: 🔸Reutilizarse: son donados o vendidos en tiendas de segunda mano.
🔸Reciclarse como relleno y utilizar sus fibras.
🔸Trasladarse a plantas de tratamientos de residuos.
Otra opción es tomar esos residuos o materiales y reciclarlos, es decir, reutilizarlos transformándolos en un producto nuevo, ¡para lo cual es muy importante nuestra creatividad!
Algunas ideas:
- Transformar una camiseta vieja en un vestido
- Aplicar decoraciones y parches con la técnica de patchwork
- Crear objetos como bolsos, mochilas, almohadones a partir de jeans rotos
- Reciclar cortinas viejas y ropas de cama
- Customizar una prenda vieja para darle un cambio de look.
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